Estilos educativos: ¿Cómo han sido educados tus alumnos?
Nuestra manera de educar tiene un gran impacto en el desarrollo y la personalidad de nuestros hijos e hijas y eso se refleja en el aula. De la mano de la Mtra. Cristy Rivera (Pedagoga, Docente y Maestra en Ciencias de la Educación Familiar) haremos una introducción a los principales estilos de crianza para entender mejor su importancia e influencia.

¡Bienvenidos!
Mi nombre es Cristina Rivera; tengo 25 años de experiencia en el campo educativo y desde hace 14 años me he especializado en Educación Familiar.
El día de hoy quiero platicarte acerca de un tema muy importante que todos los padres y madres de familia, docentes y personas del ámbito educativo debemos conocer: Los Estilos Educativos Parentales.
¿Qué son?
Hay muchos autores dentro del área de pedagogía familiar que hablan acerca de cómo las mamás y papás realizan una acción educativa.
Todo el tiempo estamos educando y ejerciendo una influencia sobre nuestros hijos(as). La manera en que nos dirigimos a ellos(as), los pensamientos, las acciones, las actitudes y los valores que les vamos compartiendo forman parte de los estilos educativos.
Todos tenemos diferentes maneras de educar y la mayoría de las veces lo hacemos de manera inconsciente, sin embargo, cuando vamos aprendiendo acerca de este tema, cuando leemos, pedimos orientación u otra persona que es experta nos ayuda a entender lo que estamos haciendo en casa, nos volvemos más conscientes de que estamos ejerciendo una manera particular de educar.
En el ámbito familiar, notamos que estamos haciendo algo acertada o equivocadamente dependiendo de los resultados que observamos. En la forma de reaccionar de nuestros hijos(as) o en el “tipo” de hijo(a) que estamos formando. Digo tipo entre comillas, porque toda acción educativa ejercida por nosotros (madres y padres) va influyendo bastante en su forma de ser.
Cuando todo marcha bien en casa, cuando vemos que el ambiente es favorable, que los hijos(as) van creciendo en autonomía, que no hay peleas, nos obedecen, van bien en la escuela, mamá y papá están tranquilos, etcétera, no nos cuestionamos porque todo marcha bien. Sin embargo, algunas veces no es así.
Puede suceder que algún hijo(a) no nos obedece, que como mamá/papá estoy perdiendo la paciencia, o me doy cuenta de que lo que estoy haciendo con mi hijo no va funcionando, en fin... Cuando empezamos a tener ciertas dificultades en el ámbito familiar es cuando tendemos a buscar ayuda, que en este caso puede ser de algún experto en temas de familia (educadores familiares).
Los papás acuden (o acudimos) con estos profesionales y dicen: “algo está pasando en mi casa que no está funcionando con mis hijos”, “tengo dificultades con mi esposo”, “hay problemas académicos”, etcétera. Entonces el educador u orientador familiar puede analizar lo que está sucediendo, cómo nos comportamos, nos comunicamos, qué valores transmitimos a los hijos/as, y de esta forma vamos descubriendo nuestro estilo educativo.
¿Qué Estilos Educativos existen?
Como mencioné antes, diferentes autores abordan este tema y existen también una serie de clasificaciones.
La mayoría de ellos hablan de tres categorías:
Estilo democrático
Estilo permisivo
Estilo autoritario.
Otros agregan el estilo punitivo, o mencionan a los padres ausentes y de manera más divertida, se habla incluso de una mamá helicóptero -aquella que sobre protege y como helicóptero llega a rescatar a su hijo(a) ante cualquier dificultad-.
Hoy te voy a platicar, a grandes rasgos, sobre algunos de los estilos más mencionados dentro de la pedagogía familiar.
Estilo Sobreprotector

Como su nombre lo dice, los padres sobreprotectores tienen la principal intención de proteger en exceso a su(s) hijos(as) en todos los sentidos.
Cuidar que no les pase nada, ayudarles a
hacer las cosas porque "todavía son muy pequeños" o porque los consideran muy vulnerables.
Algunos de estos papás y mamás pueden justificarse diciendo que su hijo(a) es demasiado pequeño o no ha crecido lo suficiente. Puede tratarse de chicos de 11 años, adolescentes o quizás jóvenes, pero a pesar de ello los siguen protegiendo de forma exagerada y no les permiten crecer en autonomía e independencia.
Estilo Autoritario
En el otro extremo tenemos el estilo Autoritario.

A estos padres y madres les importa mucho ejercer una autoridad en exceso, donde las normas son lo más importante y es imposible salirse de ellas; dichas reglas se viven en casa de una manera arbitraria y sin comprender el proceso de desarrollo de los hijos(as) y sin apoyar su toma de decisiones.
Aquí la autoridad es lo más importante y deben obedecer simplemente "porque lo dice mamá/papá".
Estos son dos polos educativos que pueden presentarse en casa, pero como sabemos los extremos no pueden ayudar en los procesos educativos. Por ello, los autores proponen un punto medio que es el siguiente.
Estilo Asertivo / Democrático
Estos padres y madres ejercen disciplina positiva. Equilibran la parte autoritaria y la sobreprotectora para poder entender tanto los procesos de desarrollo de los hijos(as) como sus necesidades educativas; buscan comprenderlos como personas y con base en sus características únicas, ir estableciendo estrategias educativas intencionadas, conscientes, con una base axiológica (es decir, en valores), para que se vayan desarrollando de manera integral y sean mejores personas cada día.
Otros estilos propuestos
Como te decía, hay otros autores que proponen hasta 7 estilos educativos.
Por ejemplo, los padres/madres Punitivos, quienes ejercen su acción educativa con base en las normas y centrándose en el premio y el castigo (mucho más enfocados en éste último).
También tenemos al estilo Ausente, o sea, aquellos que no intervienen para nada en los procesos de formación de los hijos(as). Se alejan y dejan que crezcan por sí solos y "que la vida les enseñe".

Ahora bien, es muy importante que los padres y madres de familia conozcamos estos estilos y vayamos ubicando cuál es nuestra tendencia o estilo predominante.
¿Cuál es el mejor estilo educativo?
No todos los papás tenemos un estilo puro, sino que somos una mezcla de ellos. Sin embargo, lo ideal es que trabajemos para acercarnos lo más posible la al equilibrio, a esa educación asertiva y democrática.